Se trata del edificio Thermos que posee un total de 29 viviendas distribuidas en seis plantas y está situado en el barrio pamplonés de Soto Lezkairu. El proyecto fue diseñado por los arquitectos Germán Velázquez y Sara Velázquez, y ha sido construido por la empresa Erro y Eugui.
De esta manera, la promotora de este edificio, Promociones Las Provincias, ha decidido adelantarse a las exigencias marcadas por Europa a través de la directiva europea 2010/13 en la que, a partir del año 2020 todos los edificios de vivienda que se construyan deberán basarse en unos parámetros que le permitan considerarse Edificio de Consumo Casi Nulo (EECN, por sus siglas en inglés). Estos parámetros de eficiencia asegurarán que el consumo de dicho edificio sea prácticamente nulo.
A este respecto, existen distintas escuelas que establecen diversos parámetros para conseguirlo, una de las más relevantes es el Instituto Passivhaus. Este instituto privado alemán lleva trabajando en eficiencia energética más de 25 años y ha establecido unas pautas a seguir en el diseño y obra de edificios para conseguir un consumo casi nulo.
Estos estándares Passivhaus se han desarrollado en varias viviendas unifamiliares y rehabilitaciones privadas en Navarra desde hace unos pocos años. Sin embargo, no es hasta el año 2015 cuando Promociones Las Provincias decide realizar un edificio de viviendas colectivo bajo estos estándares de EECN según los criterios del Passive House Institute terminando su construcción a finales del 2017.
Las pautas que establece el estándar Passivhaus se basa en cinco puntos clave.
Aislamiento térmico. Se mejoran los aislamientos y se aumentan los espesores de los mismos de tal forma que se garantice el máximo aislamiento del exterior para que ni las altas ni las bajas temperaturas penetren en la vivienda y poder mantener así una temperatura regular que dependa más de lo que sucede en el interior que del exterior. La envolvente de aislamiento es completa y su espesor se determina en función del clima en el que se encuentre el edificio.
Ventanas y puertas de altas prestaciones: Desde un punto de vista térmico, las puertas y ventanas son focos de posibles pérdidas de calor y frío. Tanto es así que la colocación y ubicación de las mismas es uno de los puntos principales que el diseño de una casa pasiva debe recoger para conseguir una vivienda eficiente. Una buena calidad de las mismas, vidrios triples y una correcta instalación es fundamental para conseguir una alta eficiencia energética
Ausencia de puentes térmicos: Los puentes térmicos son puntos de los edificios donde se producen pérdidas (o ganancias en verano) de calor excesivo. En la edificación es muy complicado evitar los puentes térmicos pero el objetivo establecido para este tipo de viviendas es minimizarlos y cuantificarlos.
Hermeticidad al aire: El objetivo es que no existan filtraciones de aire indeseadas. Se trata de minimizar la cantidad de aire que pierde la vivienda realizando ensayos de presión para su control.
Ventilación mecánica: Una vez que la vivienda se garantiza esté bien aislada y no tenga pérdidas aire, solo queda controlar el aire que entra y sale para poder vivir. A través de una ventilación mecánica se realiza una renovación continua del aire. Este sistema también incorpora un sistema de filtros que depura el aire, evitando la entrada al interior de la vivienda de partículas contaminantes o que pueden producir alergias como granos de polen, polvo o ácaros. Además, tiene un sistema de recuperación del calor por el que se consigue atemperar el aire que se introduce en la vivienda aprovechando la energía calorífica del aire que se extrae antes de expulsarlo al exterior.
El certificado Passivhause es un certificado minucioso que garantiza, siguiendo sus pautas, que se trata de un Edificio de Consumo Casi Nulo.
Una vivienda estándar de 90 m2 puede gastar entre 700-800 euros de media de gas al año. En una vivienda Passivhaus este coste sería de entre 75-80 euros.